Hoy os queremos mostrar un caso clínico muy especial para nosotros. No sólo porque el resultado es realmente espectacular sino porque muestra también la labor más humana de nuestro trabajo. Es una muestra de que con amor, paciencia y perseverancia se consiguen grandes cambios.
Ésta era la boca de nuestro querido paciente Teo cuando llegó a nuestra clínica.
Teo era un niño que tenía pánico al dentista, a sus dientes y al cepillado dental. Le dolían las encías y le sangraban, y al no cepillarse los dientes por dicho temor, el sarro se iba acumulando cada vez más lo que iba empeorando su salud bucodental. Teo había ido a otras clínicas para que le ayudarán con su patología oral, pero no le dedicaron el tiempo y la atención que este caso necesitaba, por lo que su salud bucodental no llegó a mejorar. Hasta que finalmente acudió a nuestra clínica dental Cayetana Manglano de Villena.
Nuestro trabajo no sólo consistió en mejorar la salud de su boca, sino en ayudar a Teo a que perdiese el miedo a sus dientes y a cepillárselos, pues que mantuviera una buena higiene dental era esencial para que funcionase cualquier tratamiento. Así, empezamos a tratarle muy poco a poco. Primero sólo con visitas para conocernos, después con otras en las que le enseñamos a cepillarse los dientes y también con otras citas donde le explicamos por qué le sangraban las encías y qué podía hacer para que dejaran de hacerlo.
Con muchísimo cariño, paciencia y amor conseguimos que primero se cepillara los dientes y que fuera consciente de lo importante que es mantener una buena higiene bucodental. Después, cuando la salud de su boca mejoró y perdió el miedo a sus dientes, le explicamos el problema de mordida que tenía y le dijimos que podía estar aún más guapo con un tratamiento de ortodoncia. Como Teo era muy presumido, aceptó, y empezamos un tratamiento de ortodoncia con Brackets.
El resultado lo podéis ver en la siguiente imagen:
Teo acabó el tratamiento super contento y sobre todo concienciado de lo importante que es mantener una buena higiene bucodental. Ahora es ya un adolescente y nos sentimos súper orgullosas de él. El amor es mutuo pues siempre nos recuerda que hemos sido las personas que más paciencia hemos tenido con él.
¿Y sabéis lo más bonito de este caso? Es que Teo se plantea estudiar odontología para ayudar a niños como nosotros le ayudamos a él.
¡Ven a conocernos!
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