La autoestima y la sonrisa son dos aspectos fundamentales en la vida de las personas que influyen significativamente en su bienestar emocional y relaciones interpersonales. Hoy os traemos el caso de una niña que acudía, acompañada de sus padres, a nuestra clínica Cayetana Manglano en Valencia para mejorar la estética de la sonrisa.
A pesar de su juventud, nuestra paciente no disfrutaba riendo, algo que la limitaba mucho al socializar con el resto de sus compañeros de clase.
Caso clínico de ortodoncia invisible en niños
Tras estudiar el caso de esta paciente, hemos podido observar que su problema iba más allá de la estética de su sonrisa. Concretamente, la paciente presentaba una clase II completa, es decir, su maxilar estaba muy avanzado y su mandíbula no había crecido lo suficiente y se encontraba atrasada con respecto a su maxilar
Esta falta de armonía entre maxilar y mandíbula le estaba ocasionando muchos problemas funcionales en su día a día.
Uno era que al no poder cerrar la boca, no respiraba por la nariz. No podía masticar con normalidad y para cerrar la boca tenía que hacer mucho esfuerzo y contraer los músculos. Por la noche, al dormir con la boca abierta se despertaba muy cansada y le costaba mucho trabajo concentrarse para estudiar y para hacer sus actividades diarias, algo que afectaba claramente a su calidad de vida.
Debido al miedo al mostrar su sonrisa, hemos optado por resolver su caso sin brackets, únicamente con ortodoncia invisible. Gracias a esta técnica hemos conseguido solucionar los problemas que presentaba la paciente en un inicio.
Además, en Cayetana Manglano recomendamos la ortodoncia invisible en niños por más motivos. No interfieren en su día a día, ya que apenas es visible a ojos de los demás, algo que es muy importante para niños y adolescentes, ya que durante estas etapas se le da mucha importancia a la estética.
La ortodoncia invisible, al ser removible y facilitar el cepillado dental, también reduce el riesgo de padecer caries o cualquier otra enfermedad bucodental.
En total, para resolver este caso tan complejo en una paciente en pleno crecimiento, han sido necesarios 18 meses. Gracias a los protocolos de la Dra. Cayetana Manglano esta pequeña paciente no solo ha mejorado la estética de su sonrisa, también ha conseguido mejorar su salud.
